Frente la preocupación normal por el futuro, es importante tomar acciones concretas desde ya, que vayan abonando un terreno ante los nuevos desafíos, puesto que nos permitirán estar preparados.
Considerando las opiniones relevantes de varios profesionales y especialistas, hemos diseñado una guía sencilla donde se presentan aspectos a considerar en la elaboración de planes empresariales, y dará respuesta a la pregunta ¿Ahora qué hago?, pensando en un futuro que no conocemos pero que sin duda exigirá mucho de cada uno de nosotros.
1. Entender que la crisis genera oportunidades de innovación y nos permite construir hacia el futuro.
El ser humano por naturaleza es una especie altamente adaptable, los cambios son inherentes a la vida misma, y de la forma como cada uno los asuma, dependerán los resultados a futuro; no olvidemos que la creatividad encuentra sus mayores momentos de expresión, en medio de las situaciones límite que nos exigen adaptabilidad buscando soluciones a los problemas.
2. Hacer todo lo posible para mantenernos vigentes y no darnos por vencidos.
Sin duda se viven dificultades en la mayoría de sectores empresariales, pero las decisiones que tomemos ahora no pueden ser influenciadas por lo que comúnmente llamamos “El voz a voz”; en este momento cada sector se desarrolla de manera particular y la meta más importante es mantener nuestra empresa a “flote”, luchando a diario por reinventarnos, permaneciendo y conservando vigencia en medio de esta coyuntura especial.
3. Estar atentos a las tendencias, generar valor y crear cambio.
Los planes empresariales están direccionados por tendencias; expertos analizan detalladamente varios factores y plantean un futuro probable, el cual se convierte en la ruta a seguir dentro de la planeación empresarial.
Las tendencias son como olas que se manifiestan a medida que suceden varios hechos, llegan a su pico y luego decaen, son situaciones paulatinas, nos permiten ajustarnos en el tiempo mientras ocurren los cambios; pero hay un fenómeno llamado “cisne negro”, el cual se refiere a un suceso que cumple las siguientes características: es totalmente inesperado, ocurre de un momento a otro, y no estamos preparados. Sin embargo, esto nos permite reinventarnos y tomar acción, nos desafía a ajustarnos rápidamente, pero sobretodo nos exige flexibilidad frente a lo que ya estaba estipulado. Un ejemplo claro, podría ser esta pandemia, la cual ha generado cambios en todas las dinámicas de la humanidad.
Lo interesante de los cisnes negros es que nos permiten tener el control de como queremos conducir las tendencias a futuro, sin ahogarnos en el intento, es decir, un cisne negro le permite a la empresa no seguir la normalidad de lo que sucedería sino que la desafía a ir más allá, exige cambios, creatividad y mucha innovación; le permite salir por un momento de las estrictas políticas y lineamientos, tomar un respiro y marcar una nueva, porque ya se conoce que el rumbo trazado inicialmente, no funcionará para ninguno.
4. Es eminente un futuro digital, teletrabajo, tele - presencia, experiencias digitales de mayor calidad.
En este punto es indispensable actuar con diligencia y prontitud para tomar medidas prácticas y oportunas que agilicen procesos y nos conecten hacia la virtualidad, dando soluciones y contribuyendo a facilitar las condiciones actuales de la población. Todo avance en este sentido será significativo a futuro, es el momento de capacitarnos y abrir nuevas perspectivas en el conocimiento de redes, inteligencia artificial y plataformas.
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